Cuarto Domingo de Adviento (Diciembre 18, 2016)

Cuarto Domingo de Adviento (Diciembre 18, 2016)

Énfasis Sugerido

“La virgen dará a luz a un hijo al cual llamarán Emanuel, un nombre que significa, “Dios está con nosotros.”

Perspectiva Salesiana

San Francisco de Sales escribió en su Introducción a la Vida Devota: “Dios está en todas las cosas y en todos los lugares. No hay ningún lugar o ninguna cosa en la que Dios no esté verdaderamente presente. De la misma forma en que los pájaros siempre encuentran aire dondequiera que vuelan, dondequiera que nosotros vayamos encontraremos a Dios ahí presente.” (Parte II, Capítulo 2)

Dios está con nosotros. En nuestros mejores momentos nosotros sabemos- y actuamos de maneras – que proclaman la verdad: que Dios está ciertamente con nosotros; siempre y de todas formas.

Desafortunadamente, no todos los momentos son buenos. No siempre actuamos de formas que convencen a los demás de la presencia continua de Dios, quien nos ama siempre y de todas formas. Francisco de Sales observó: “Todos sabemos esta verdad (que Dios siempre está presente) pero no todo el mundo está realmente consciente de ella. Los ciegos no pueden cuando un príncipe se encuentra entre ellos, y por ello no le demuestran el respeto que le mostrarán una vez hayan sido informados de su presencia. Aún así, como ellos no pueden verlo se olvidan de su presencia, y cuando esto sucede tienden a olvidar también el respeto y la reverencia que se le debe al príncipe. Desafortunadamente, frecuentemente nos olvidamos de Dios y nos comportamos como si Dios estuviera lejos, a gran distancia de nosotros. Nosotros sabemos que Dios está presente en todas las cosas, pero como pocas veces reflexionamos sobre este hecho, actuamos como si lo ignoráramos.” (Ibid)

Como dice la gente, ‘ojos que no ven, corazón que no siente’

En teoría, parece algo simple tomarnos el tiempo para recordar que Dios siempre está presente, “no solo en el lugar donde ustedes están, sino presente también, y de forma muy particular, en sus corazones y en la esencia misma de sus espíritus.” (Ibid) Cuando recordamos con frecuencia la presencia de Dios, somos más fieles a la hora de otorgarle el respecto y la reverencia que él se merece.

Aún así, y como muy bien sabemos, hacer esto es todo un desafío en la práctica.

Pero hay más todavía. En la medida en la que recordemos la presencia de Dios en todas las cosas y todas las personas, seremos más capaces de relacionarnos con los demás con el mismo respeto y la misma reverencia. Cuando recordamos que Dios está con nosotros, es más probable que nos convirtamos en símbolos reales de la actividad salvadora, amorosa y continua de Emanuel… el Dios-que-está-con-nosotros.

Aún están buscando un regalo de navidad? No necesitan buscar tanto, simplemente acuérdense de la presencia del Dios-que-siempre-está-con-ustedes, el que los ama siempre… el mismo Dios que los llama a que ayuden a los demás a recordar que él los ama, y que siempre está presente en sus vidas.