Domingo 13 en Tiempo Ordinario (Julio 30, 2019)

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Enfasis Sugerido

"Recuerden que ustedes han sido llamados a vivir libremente… como resultado del amor, para ponerse al servicio de los demás. "

Perspectiva Salesiana

El Diccionario de la Herencia Americana del Idioma Inglés define la libertad como “la condición de estar libre de ataduras; liberar a una persona de la esclavitud, la detención o la opresión, la capacidad para ejercitar el poder de la decisión: la libre voluntad."

Dios nos creó con libre voluntad. Dios nos creó para vivir en libertad

La tradición Salesiana – en si, el Cristianismo - hace una distinción entre la libertad y la libre voluntad. En su Tratado del Amor de Dios, San Francisco de Sales escribió: "Nuestra libre voluntad puede detener u obstruir el curso de la inspiración de Dios. Cuando el viento favorable de la gracia de Dios llena las velas de nuestra alma, tenemos el poder para rehusarnos a ceder, y así impedimos el efecto de ese viento favorable. Pero cuando nuestro espíritu zarpa y tiene un viaje próspero, no somos nosotros lo que hacemos que el viento de la inspiración venga a nosotros. Nosotros no llenamos nuestras velas con el, ni tampoco le damos movimiento al barco que es nuestro corazón: nosotros consentimos su movimiento. Es la inspiración de Dios, entonces, la que plasma sobre nuestra libre voluntad la gentil, y la bendita influencia la cual no solo hace que la voluntad vea la belleza del bien sino que también la calienta, la ayuda, la refuerza y la mueve tan gentilmente que por su agencia la voluntad se vuelve y flota libremente hacia el bien." (TLG, Libro 4, Capitulo 6)

Para estar seguros, tú y yo tenemos el poder para escoger: nosotros podemos usar nuestra libre voluntad para hacer lo que es correcto y bueno a los ojos de Dios. En contraste, nosotros podemos usar nuestra libre voluntad para hacer lo que es pecaminoso y vergüenza a los ojos de Dios.

Nuestra libre voluntad nos hace verdaderamente libres solo cuando la usamos para cooperar con la gracia y la inspiración de Dios, y cuando “movidos por el amor, nos ponemos al servicio de los demás.” Cuando usamos nuestra libre voluntad para obstruir o para alejarnos de la gracia y de la inspiración de Dios, no estamos viviendo en libertad para nada: nos hacemos (y a veces, por extensión, hacemos a los demás) esclavos del pecado.

En resumen? Nuestra "libre voluntad" no es libertad a menos que la usemos para seguir una vida de verdad, una vida de rectitud, una vida de justicia, una vida de reconciliación, una vida de servicio. Nuestra "libre voluntad," no es tan libre después de todo; en vez, trae consigo una gran responsabilidad: la de alimentar, la de nutrir, la de sanar, la de retar, la de elevar a los demás en imitación de Jesucristo.

Jesucristo es el modelo de lo que significa vivir verdaderamente en libertad. El siempre –siempre- escogió hacer cosas que fueran consistentes con el sueño y el destino del Padre para con él. Su libre voluntad era realmente liberadora por que Jesús puso su habilidad fielmente a disposición de su Padre, a la disposición del Reino de Dios, al servicio de sus hermanos y hermanas.

Nosotros verdaderamente tenemos libre voluntad. Estamos usándola- al igual que Jesús- de formas que nos hagan –y que hagan a los demás- verdaderamente libres?