DOMINGO DE RAMOS/PASION (Marzo 25, 2018)

DOMINGO DE RAMOS/PASION (Marzo 25, 2018)

Enfasis Sugerido

“Pongamos en práctica nuestra paciencia, humildad, y responsabilidad para que podamos sobrellevar nuestras Pasiones y así llegar al punto de nuestra Resurrección y nuestra Ascensión…”

Perspectiva Salesiana

El Domingo de Ramos ofrece a los cristianos una dramática introducción a la conmemoración de la última semana de vida de Cristo. Alrededor del mundo las obras teatrales de la Pasión todas muestran una escena donde Cristo, sentado sobre un asno, se abre paso en medio de una multitud de personas que llevan ramos hechos de palmas. Francisco de Sales, que vivió en el siglo 17, captó también el drama en esta escena del Evangelio. Francisco creía que Cristo había venido a enseñarnos quien era Su Padre, no solo en base a lo que dijo sino que también por la forma en la que interactuaba con las personas, la forma en que las tocada, las sanaba y se dirigía a ellas – aun en como se dirigió a ellas el Domingo de Ramos.

En esa dramática escena de la entrada a Jerusalén, Francisco se enfocaba en el animal en el que Cristo Rey estaba montado. El opinaba que el uso de un asno, y no de un caballo brioso, era un detalle muy diciente de quien era Cristo, quien es el Padre en cuyo nombre él había venido, y también decía algo acerca de su reino.

“Esta es una escena realmente conmovedora. Veamos algunas de las razones por las cuales el Salvador escogió a este animal.

  • En primer lugar por su humildad. El asno es una animal verdaderamente pesado, lento y perezoso. Sin embargo posee una gran humildad – no es ni orgulloso ni vano. Esto lo diferencia del caballo que tiende a ser altanero. El caballo no solo patea sino que también muerde y puede llegar a poseer tal furia que nadie se atreve a acercársele. Levanta su cabeza, y sacude su melena y su cola, hasta el punto que puede llegar a despertar la vanidad de quien lo monta! Tan pronto como escucha el ruido de los cascos de su caballo contra el pavimento el jinete se endereza lleno de orgullo, levanta su cara y observa a su alrededor para ver si alguna mujer se asoma a la ventana para admirarlo. ¿Quién es realmente más vanidoso, el caballo o su jinete? Que tonto e infantil es todo esto! Nuestro Señor, que fue humilde y vino a destruir el orgullo, escogió no usar al orgulloso caballo para que lo transportara. Escogió al animal más simple y más humilde de todos.
  • La segunda cualidad es la paciencia . El asno no es solamente humilde, también es excesivamente paciente. No se queja, no muerde, no patea. Todo lo soporta con gran paciencia. Nuestro Señor amaba tanto la paciencia que quiso convertirse en un reflejo, un modelo de la misma. El soportó azotes y malos tratos con una paciencia invencible; El soportó incontables blasfemias e incontables calumnias sin decir una sola palabra.
  • La tercera razón es que el asno permite que lo carguemos con cosas tanto como queramos sin oponer resistencia. El lleva la carga con una responsabilidad excepcional. Tanto amaba nuestro Divino Maestro la responsabilidad que escogió darnos un ejemplo de la misma. El cargó con el pesado bulto de nuestras injusticias, y sufrió a causa de las mismas todo lo que nosotros merecíamos sufrir”.

Francisco de Sales (cuyo patrón fue Francisco de Asís – amante de toda la naturaleza de Dios, especialmente los animales) escogió enfocar la atención en el humilde asno durante la escena del Domingo de Ramos. El nos invita en la lectura de la Pasión para hoy a que sigamos al Cristo humilde, paciente y confiable a lo largo del desarrollo de estas escenas hasta la culminación con su amorosa muerte, y luego a través de la liturgia de la Pascua y de la temporada de la Pascua hasta la última escena de la Resurrección y la Ascensión. El nos urge a practicar la humildad, la paciencia y la responsabilidad para que nosotros también, humildemente, podamos avanzar en medio de nuestras Pasiones y así llegar al momento de nuestras propias Resurrección y Ascensión.