Maria. Madre de Dios (Enero 1 de 2018)

Maria fue nombrada Madre de Dios, porque ella es la “Madre del Divino Redentor”. Ella concibió, dio a luz, crió y alimentó al Hijo de Dios aquí en la tierra. Aún cuando es subordinada de su Hijo, ella ocupa un lugar mucho más importante que el de todos los otros santos.

Maria desempeñó un papel único en nuestra historia de salvación. El hecho de que ella aceptara la Voluntad de Dios en el momento de la Anunciación sin vacilar siquiera un instante, es algo que influyó de manera muy significativa en la familia humana. Ella le dio la vida a toda la familia humana. Dado que ella es la Madre del Hijo de Dios, Madre de la Iglesia, y nuestra Madre quien nos entregó a su Hijo, es más que apropiado que le rindamos honores de manera especial.

Hoy es un día apropiado para honrar a Maria, la primordial entre todos los santos, quien trajo al Gran Pacificador a este mundo y lo entregó a la familia humana.

Bendición

Señor, Hijo de Maria, has de nosotros la familia humana un instrumento de tu paz.
Que donde haya odio, podamos sembrar amor.
Donde haya herida, sembremos perdón.
Donde haya duda, sembremos fe.
Donde haya oscuridad, sembremos luz.
Donde haya tristeza, sembremos dicha.
Permite que no esperemos ser consolados, sino que consolemos,
Que no esperemos ser entendidos, sino que tratemos de entender,
Que no esperemos ser amados, sino que amemos.
Porque dando es que recibimos.
Perdonando es que seremos perdonados,
Y es en la muerte que naceremos a la vida eterna.

Amén.