La Sagrada Familia de Jesús, Maria y José (Diciembre 29 de 2019)

La Sagrada Familia de Jesús, Maria y José (Diciembre 29 de 2019)

Hoy celebramos la Fiesta de la Sagrada Familia. En el Evangelio escuchamos que la Divina Providencia guio a la Sagrada Familia en medio de sus tribulaciones. San Francisco de Sales observa:

El Evangelio de hoy nos cuenta como el ángel ordenó a José que tomara al Niño y a Su madre y se marchara con ellos a Egipto. Al igual que la Sagrada Familia, nosotros debemos irnos a un mundo donde nos encontramos rodeados de enemigos. Puede que nos inquietemos cuando las cosas no salen como nosotros lo deseábamos. Para poder evitar los naufragios, que frecuentemente se dan durante nuestra navegación por las aguas de este mundo, tengamos presente la grandiosa paz y serenidad mental que poseía la Sagrada Familia. Con plena confianza en la Divina Providencia ellos permanecieron siempre en calma y en paz, aún cuando debieron enfrentar situaciones inesperadas. Dios nos protegerá a nosotros también por el mar de la vida, cuando la confusión se apodere no sólo de nuestro entorno sino también de nuestro interior. .

Aun así, sin importar la dirección que tome el barco, nuestro corazón, nuestro espíritu, nuestra voluntad, que es nuestra brújula, debe apuntar al amor y la paz de Dios, porque Dios halla Su paz en un corazón que está tranquilo. Cuando un lago está en calma en una noche serena, las estrellas en el cielo se reflejan sobre las aguas. Si observamos detenidamente esas aguas apacibles, veremos que la belleza del cielo reflejada en ellas es tan nítida que pareciera que estuviésemos observando el firmamento mismo. Igualmente sucede cuando nuestra alma está en perfecta calma; cuando no permite que los vientos de las preocupaciones superfluas, la intranquilidad de espíritu o la incertidumbre la perturben, adquiere la capacidad de reflejar la imagen de nuestro Señor.

La Sagrada Familia nos enseña cómo embarcarnos por el mar de la Divina Providencia. Si tienen confianza en la buena providencia de Dios no deben sorprenderse, o preocuparse, si se ven enfrentados a problemas similares a aquellos a los que la Sagrada Familia tuvo que enfrentar. Traten de hacer el bien hoy sin pensar en el día de mañana. Si de alguna forma se quedan cortos, no se desanimen. El corazón de nuestro Salvador es grande, y desea que nuestro corazón halle su morada en El.

(Adaptación de los escritos de San Francisco de Sales)