Fiesta de los Santos Pedro y Pablo (29 de junio de 2025)

Hoy celebramos la solemnidad de los santos Pedro y Pablo, apóstoles.

De San Pedro, Francisco de Sales escribió:

"San Pedro fue elegido para ser el jefe de los Apóstoles, aunque estaba sujeto a tantas imperfecciones que incluso cometió algunas después de haber recibido el Espíritu Santo, porque, a pesar de estos defectos, siempre estuvo lleno de valor, sin dejarse desanimar por sus defectos". (Conferencias, número IV, página 63)

Francisco expone esta dualidad de la naturaleza de Pedro en su Tratado sobre el amor de Dios.

¿Quién no se maravillaría del corazón de San Pedro, tan audaz entre los soldados armados, que de toda la compañía de su señor sólo él toma su espada en la mano y la golpea? Sin embargo, poco después, entre la gente común, es tan cobarde que, con la mera palabra de una sirvienta, niega y detesta a su amo. (TLG, Libro X, Capítulo 9, p, 167)

Fijémonos ahora en algo de lo que Francisco de Sales dijo acerca de San Pablo.

"Él lucha por todas las personas, derrama oraciones por todas las personas, es apasionadamente celoso en nombre de todas las personas y está en llamas por todas las personas. Sí, incluso se atrevió más que esto por 'los según la carne', de modo que, si me atrevo a decirlo, desea por caridad que sean puestos en su lugar con Jesucristo. ¡Oh perfección de coraje y espíritu increíble!" (Tratado, Libro X, Capítulo 16, págs. 188-189)

Por supuesto, como en el caso de Pedro, Pablo también tiene sus defectos. En una carta de aliento a una hermana de la Visitación, Francisco escribió:

"No te avergüences... no más que San Pablo, que confesó que había dos hombres en él, uno rebelde a Dios y el otro obediente a Dios". (Stopp, Cartas escogidas, página 224.)

"Competí bien; He terminado la carrera". Pablo escribió estas palabras, pero también podrían decirse de Pedro. Pero tenga en cuenta que ambos terminaron bien. Por el contrario, mire sus antecedentes anteriores. Pedro fue llamado "Satanás" por Jesús y Pedro lo negó tres veces. Mientras que Pablo comenzó su vida pública persiguiendo a la Iglesia primitiva como Saulo. ¡Los currículos de ninguno de los dos hombres eran particularmente impresionantes!

Cuando se trata de ser un apóstol, un discípulo o un seguidor de Jesucristo, tal vez esto es lo más importante que hay que recordar: por imperfectos que seamos, el lugar en el que hemos estado no es tan importante como el lugar al que vamos con la gracia de Dios y el apoyo mutuo.

¡Bien está lo que bien acaba!