Vigesimosexto Domingo en el Tiempo Ordinario 1 de Octubre de 2023

Reflexión salesiana para el domingo

 

Vigesimosexto Domingo en el Tiempo Ordinario

1 de Octubre de 2023

 

En el Evangelio de hoy Jesús nos dice que si creemos en EL, y vivimos Sus enseñanzas, podremos entrar en el reino de Dios. Al respecto, Francisco de Sales nos dice lo siguiente:

 

Jesús ha venido para enseñarnos lo que debemos hacer para amar de forma divina. Su mensaje confunde a esa cultura que nos incita a perseguir logros falsos, una cultura que constantemente nos vende ideas como “¡Qué felices que son las personas acaudaladas!” A los ojos de Jesús, los bienaventurados son aquellos que viven la vida con plena confianza en Dios. Ellos obtendrán la paz y la tranquilidad perpetua. Ellos escuchan la palabra de Dios, la reciben, y se benefician de ella.

 

Existen dos razones por las cuales las personas no se benefician de la palabra de Dios. En primera instancia, puede que verdaderamente la escuchen y que ésta remueva algo en su interior, sin embargo deciden no hacer nada al respecto hasta el día siguiente. Nuestra vida es el hoy que estamos viviendo. ¿Quién puede prometerse a sí mismo un mañana? Nuestra existencia consiste en el momento presente que vivimos ahora. Sólo contamos con la certeza de este instante que estamos disfrutando, sin importar cuán breve sea.

 

Segundo, hay personas que poseen una gran cantidad de conocimientos, que se dedican a acumular todo tipo de consejos espirituales y de información, pero jamás los ponen en práctica. La única forma en que realmente aprendemos algo de las enseñanzas impartidas por Jesús, es cuando las hacemos parte de nuestra vida diaria. Para vivir a Jesús debemos darnos la oportunidad de deshacernos de nuestras emociones, hábitos, y afectos desordenados.

 

Debemos transformar nuestras emociones y afectos para que nos ayuden a convertirnos en personas que aman de manera divina. Esto sólo podremos hacerlo, una vez que desechemos todo aquello que haya en nosotros que no provenga de Dios. Para poder dejar nuestros vicios debemos poner en práctica las virtudes que nos ayudan a contrarrestar los vicios de los que queremos librarnos. Por ejemplo, si nuestra ira está fuera de control debemos poner en práctica la gentileza y la paciencia. No se preocupen por nada que no sea seguir las enseñanzas de Jesús. Confíen en la bondad de Dios; EL sin duda alguna les otorgará todo lo que necesitarán para poder entrar en Su reino.

 

 

(Adaptación de los Sermones de San Francisco de Sales,

L. Fiorelli, Ediciones)