CUARTO DOMINGO EN TIEMPO ORDINARIO (Marzo 10, 2024)

CUARTO DOMINGO EN TIEMPO ORDINARIO (Marzo 10, 2024)

Énfasis Sugerido

“Dios es rico en misericordia… que es manifestada a nosotros a través de Jesucristo”.

“Nosotros realmente somos obras de Dios, creadas en Jesucristo para llevar una vida de buenas obras que Dios ha preparado para nosotros desde el principio de los tiempos”.

Perspectiva Salesiana

La Cuaresma es un tiempo para celebrar la misericordia, la generosidad y la bondad de Dios.

Ciertamente escuchamos un eco de la carta de Pablo a los Efesios en las observaciones hechas por San Francisco de Sales en su Tratado del Amor de Dios (II, 5) cuando escribe: “Quién puede ahora dudar de los abundantes medios que tenemos a nuestra disposición para alcanzar la salvación gracias a nuestro Salvador, en cuya imagen hemos sido hechos y por cuyos mérito hemos sido salvados?”

Francisco añade: “Verdaderamente, el pecado de Adán estuvo lejos de abrumar la generosidad de Dios, por el contrario, el pecado de Adán intensificó la generosidad de Dios y la sacó a relucir en todo su esplendor!”

La Cuaresma nos llama a proclamar esta verdad: Asi como Dios nos amo al crearnos, nos amo aun más al redimirnos! Como San Francisco de Sales proclamo, “El estado de redención es cien veces mejor que el estado de inocencia”.

La Cuaresma nos llama a proclamar la verdad de que ante la generosidad de Dios todos somos muy frecuentemente mezquinos, intransigentes, poco caritativos. Esto es demostrado de forma muy poderosa cuando pecamos. Irónicamente, es sólo cuando aceptamos la generosidad de Dios que somos realmente capaces de arrepentirnos de nuestros afectos, actitudes y actos pecaminosos. Francisco de Sales nos pregunta: “Acaso no saben que la bondad de Dios debería llevarlos al arrepentimiento?”

La Cuaresma nos llama a “llevar una vida de buenas obras”. El arrepentimiento no es solamente abstenernos del pecado; el arrepentimiento significa también acoger la virtud, hacer lo que Dios nos manda y nos aconseja hacer “diligentemente, frecuentemente y prontamente con entusiasmo y alegría”. (Introducción a la Vida Devota, Parte I, Capítulo 1)

En lo que queda de esta temporada dediquémonos a la gratitud. Agradezcan la misericordia, la generosidad y la bondad de Dios para con ustedes: acepten la salvación que Cristo ha obtenido para ustedes! Aléjense de esos pecados que les impiden experimentar y aceptar la generosidad en sus vidas. Den testimonio de la gentileza de Dios y de su arrepentimiento siendo misericordiosos, generosos y gentiles en sus relaciones con los demás. Si lo hacen se convertirán mas convincentemente, en “obras de Dios, creadas en Cristo, para llevar una vida de buenas obras” que Dios preparo para ustedes – si, ustedes- desde la creación del mundo!